En los últimos años, los hoteles han empezado a transformar sus pasillos y recepciones con un nuevo aliado: el vending premium.
¿Y qué es esto exactamente? Pues máquinas automáticas, sí, pero muy lejos de las que solo ofrecían chocolatinas y latas. Ahora hablamos de soluciones elegantes, modernas, sin efectivo y llenas de productos que van desde parafarmacia hasta artículos tecnológicos, de higiene o snacks gourmet.
Esta tendencia no es casual. Cada vez más viajeros —especialmente los más jóvenes— buscan inmediatez, comodidad y experiencias personalizadas. ¿Por qué obligar a un cliente a salir del hotel si puede resolver una necesidad al instante y sin esfuerzo, con solo su móvil? Es aquí donde el vending premium entra como solución eficiente y con un toque sofisticado.

Comodidad 24/7 que mejora la experiencia del huésped
Uno de los puntos fuertes de estos sistemas es que están siempre disponibles. Mientras la tienda del hotel puede cerrar, las máquinas automáticas están abiertas 24 horas, listas para responder a cualquier imprevisto: un cargador olvidado, un cepillo de dientes, un snack a medianoche o incluso un preservativo. Sí, todo desde el mismo sitio.
Además, estas máquinas no solo cubren necesidades básicas. Algunas incorporan productos exclusivos o locales, lo que convierte el vending en una extensión de la experiencia del destino. El cliente no solo compra, sino que descubre. Y eso, en términos de experiencia hotelera, suma muchos puntos.
Más ingresos para el hotel, sin apenas esfuerzo
Desde el punto de vista del negocio, la inversión es muy atractiva. Los hoteles pueden alquilar o asociarse con proveedores de vending premium, sin necesidad de hacer grandes obras ni destinar personal extra. La reposición y el control del inventario lo gestiona todo el proveedor.
Y lo mejor: estos sistemas generan ingresos pasivos constantes. Ya sea en temporada alta o baja, el vending trabaja solo, sin descanso. Es una forma de monetizar zonas desaprovechadas del hotel, como pasillos, entradas o salas de espera, mientras se eleva el nivel del servicio al cliente.

Tecnología que simplifica todo
Olvídate de las monedas y los problemas de cambio. Estas máquinas permiten pagar con tarjeta, móvil o incluso apps específicas, y muchas integran pantallas táctiles, sugerencias inteligentes o promociones personalizadas.
Gracias a esta digitalización, los hoteles también pueden tener datos reales sobre los hábitos de consumo de sus huéspedes, ajustando la oferta a lo que realmente se vende. Así, el servicio se vuelve más eficiente, rentable… y siempre en evolución.